TLALNEPANTLA, Méx.Dos presuntos ladrones fueron asesinados a balazos la noche de ayer, luego que al estar asaltando pistola en mano a los pasajeros de un camión, entre los mismos usuarios surgió la figura de un vengador anónimo, que en lugar de entregarles sus pertenencias les dio a cambio una "lluvia de plomo".
Los presuntos ladrones, al ser recibidos a balazos por el vengador anónimo, aún heridos rápidamente bajaron de la unidad con la intención de darse a la fuga y salvar la vida; sin embargo, no lograron su objetivo, pues metros adelante cayeron muertos sobre el asfalto.
Los hechos que costaron la vida de estos dos sujetos, hasta el momento desconocidos, se registraron minutos antes de las 20:00 horas de ayer jueves, en la lateral de Periférico Norte, a la altura de la Colonia Emiliano Zapata, en los límites de los municipios de Tlalnepantla y Naucalpan, frente a conocido restaurante.
Autoridades policiacas informaron que de acuerdo a las versiones que dio uno de los pasajeros del camión, quien dijo llamarse Ricardo "N", circulaban con toda normalidad por la zona antes referida, rumbo a los paraderos de la estación del Metro Cuatro Caminos, cuando repentinamente dos sujetos que habían subido a la altura de La Quebrada se levantaron de sus asientos y al grito de "este es un asalto" amagaron con armas de fuego a todos los usuarios y comenzaron a robarles todas sus pertenencias.
Sin embargo, dijo el pasajero, cuando los presuntos ladrones "estaban en lo suyo" escuchó varias detonaciones de armas de fuego, por lo que se tiró al piso para no ser alcanzado por alguna bala perdida y enseguida ante los gritos de terror de todos los usuarios observó que los presuntos delincuentes salieron corrieron y bajaron del camión para darse a la fuga.
Posteriormente, agregó, metros adelante cuando el chofer del camión detuvo su marcha, se dio cuenta que uno de los pasajeros de igual forma rápidamente bajó de la unidad para darse a la fuga, pues en su afán por evitar el asalto recibió a balazos a los presuntos asaltantes y debido a que estos cayeron muertos aproximadamente 10 metros atrás sabía que la policía iba a llegar y lo iban a detener.
Al tener conocimiento de los hechos, más de 30 elementos de la CESC y de la Policía Municipal de Tlalnepantla arribaron al lugar y al descubrir que dos sujetos que presuntamente habían subido a un camión de pasajeros para cometer un asalto estaban tirados sobre el asfalto a una distancia de 5 metros el uno el otro y que al parecer estaban gravemente lesionados, pues uno de los usuarios los recibió a balazos, de inmediato pidieron el auxilio de los cuerpos de emergencia.
Sin embargo, cuando los tripulantes de las ambulancias 15 y 17 de Fénix llegaron y el paramédico Alejandro Espinoza trató de brindarles los primeros auxilios determinó que ambos ya estaban muertos.
Ante tal situación, los elementos policiacos de inmediato acordonaron toda la zona y desviaron el tránsito vehicular lo que generó un intenso caos vial, al tiempo que solicitaron la intervención del ministerio público para que diera fe de los hechos y ordenara el levantamiento de los cadáveres.
Durante las primeras inspecciones oculares que practicó en la escena del crimen, el MP informó que los occisos presentaban varios balazos en la espalda y que uno quedó tirado boca arriba sobre la banqueta y el otro boca abajo sobre el asfalto a una distancia de 5 metros aproximadamente y que a este individuo se le encontró debajo de su cuerpo, a la altura de la cintura una pistola tipo revólver calibre .38 especial.
A pesar de que los elementos policiacos cuestionaron a los pasajeros para obtener datos o algún tipo de información del "vengador anónimo", como era de esperarse ninguno de ellos habló y en todo momento se mantuvieron en su posición de que no sabían nada de él, pues aseguraron que por los momentos de terror e histeria que vivieron nunca lo vieron.
Sin embargo, a pesar de ello, elementos de la Policía Ministerial informaron que ya iniciaron con las investigaciones correspondientes, a fin de identificar, ubicar y detener al pasajero que asesinó a los dos presuntos asaltantes, pues indicaron que nadie está por encima de la ley ni puede hacer justicia por mano propia porque para eso están las instituciones encargadas de la impartición de justicia, aunque éstas, como en casos como éstos, regularmente brillan por su ausencia y no dan los resultados deseados.
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