Río Bravo, Tam.
La escalada de violencia continuó ayer en el municipio de Río Bravo con un tercer ataque a policías estatales de Fuerza Tamaulipas que dejó como saldo tres delincuentes abatidos, elevando a siete el número de muertos en menos de diez horas.
Desde las 19:00 horas del jueves hasta las 4:45 horas de ayer viernes, el balance oficial de los enfrentamientos es de dos agentes estatales muertos, cinco pistoleros abatidos, una mujer policía herida y un civil ajeno a los hechos lesionado.
Sobre el más reciente incidente, el Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que este viernes, en el municipio de Río Bravo, policías estatales de Fuerza Tamaulipas fueron atacados por integrantes de un grupo delincuencial y al repeler la agresión, abatieron a tres delincuentes.
El ataque se registró a las 4:25 horas en el cruzamiento de las calles Guanajuato y Pípila, colonia Fundadores de ese municipio fronterizo.
‘‘Los policías estatales realizaban reconocimientos terrestres en ese punto de la ciudad cuando sorpresivamente fueron atacados a balazos por los tripulantes de una camioneta Jeep Grand Cherokee color blanco, con placas del Estado de Texas’’, divulgó el GCT en un comunicado.
En defensa de su vida, añadió el reporte, los elementos de Fuerza Tamaulipas repelieron la agresión, abatiendo a tres delincuentes que hasta el momento no han sido identificados y que tenían entre 20 a 25 años de edad.
ASEGURAN ARSENAL
Del interior de la camioneta se aseguraron armas largas, cargadores, cartuchos útiles y dos teléfonos celulares, los que quedaron a disposición del Ministerio Público de la Federación.
Este nuevo episodio agudizó la racha de tiroteos y persecuciones iniciada desde la noche del jueves y que dejó como saldo dos policías estatales muertos y dos delincuentes abatidos.
Los agentes que murieron en el enfrentamiento fueron identificados por el Grupo de Coordinación como Ramón Zúñiga y José Dionisio Bañuelos Chavira.
En el incidente, también una mujer policía de Fuerza Tamaulipas resultó herida de un impacto de bala y su estado de salud fue reportado como estable y fuera de peligro.
Al mismo tiempo, en el punto álgido de la contingencia con bloqueos de carreteras y brechas, el alcalde Rogelio Villaseñor Sánchez, quien se encontraba de gira en Villa de Nuevo Progreso, debió ser tomado en custodia por elementos del Ejército y trasladado a salvo hasta las oficinas de la Presidencia Municipal.
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