A unas horas que los Tiburones Rojos y el Cruz Azul se enfrenten, los vendedores ambulantes de camisetas y otros recuerdos ya se han instalado, mientras empleados del ayuntamiento de Boca del Río trabajan a marchas forzadas para concluir una pavimentación en una calle cercana al estadio Luis Pirata Fuente.
Los cientos de cajas de cerveza parecen ser devoradas por las fauces del tiburón que enmarca las entradas principales por las que ingresarán miles de aficionados de ambos equipos a las 20:30 horas.
Ante un evento de tal magnitud las autoridades han preparado un operativo especial y las camionetas de bomberos y protección civil se pueden observar cerca de la zona.
Los vecinos temen que una vez más, los resultados finales provoquen riñas entre las porras del "tibu" y "la maquina" como ya parece ser tradición.
Algunos habitantes incluso expresan que durante los partidos optan por no pasar por la calle Jacarandas, que está junto al estadio, pues temen que al estar alcoholizados los aficionados puedan agredirlos.
"Tenemos aquí dos restaurantes que son mas bien bares y ni nos acercamos cuando hay partido, es una lata (...) cuando es en la noche se van sobre las doce o una" expresó una vecina del lugar.
Otro de los problemas que sufren los vecinos del estadio durante los partidos de fútbol es el intenso olor a orines en los frentes de sus hogares.
El dueño de una de las casas aseguró que el olor es penetrante por lo que ellos mismos deben lavar las banquetas para eliminar el repugnante aroma.
Por otro lado, las instalaciones podrían no estar preparadas para el espectáculo deportivo que la afición ha esperado, los baños aún siguen sin acabarse y sucios.
Cabe recordar la problemática que existió ante la venta de boletos donde personas incluso durmieron afuera de las taquillas para comprar un pase.
Algunos aficionados temen que el sobrecupo en el estadio ocasione que en algunos lugares no se puedan apreciar los gambeteos, pases y goles del partido.
Una especie de palcos especiales, instalados durante los Juegos Centroamericanos podrían bloquear la visibilidad de algunas personas.
El estado en el que se encuentra la cancha también ha sido señalado por algunos reporteros de deportes, quienes dicen que el pasto se encuentra en malas condiciones, además de ser muy duro y no haber echado raíz, lo cual afecta la forma en como se mueve el balón.
Cabe resaltar que ante la gran expectativa que ha generado el partido y a la rapidez con que se agotaron los boletos la ciudadanía podrá observarlo desde macro pantallas instaladas en el estadio Beto Ávila, a un costado del Pirata, lo que podría generar más caos vial.
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