José Abella, propietario del periódico “El Buen Tono”, fue contundente al afirmar que los hechos ocurridos en una cantina de Orizaba, donde un comando armado atacó y dio muerte a los presuntos miembros de una banda de la delincuencia organizada que departían con reporteros locales de dicho medio, no es un ataque contra el periodismo veracruzano; “es un ataque –dijo– de un grupo delincuencial contra otro…”
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Entrevistado para el programa “Atando Cabos”, del grupo Radio Fórmula, el empresario apuntó que los sicarios llegaron “directamente a matar al jefe y al subjefe de la plaza (se refiere al grupo de la delincuencia organizada que predomina en el hampa de esa región) y al reportero de Televisa, Juan Heriberto Santos Carrera, que era quien repartía el dinero de los zetas a los reporteros para que nos omitieran las notas.”
Ante la pregunta: ¿usted aceptaría que sus reporteros recibían dinero de la delincuencia organizada?, el propietario de El Buen Tono respondió: “claro; si no, ¿qué hacían ahí?; no creo que hayan estado hablando de periodismo ni de libertad de expresión”; agregó que los periodistas que se encontraban en ese lugar dijeron que llegaron a ver al reportero de Televisa; que estaban tomando; y que no sabían con quiénes estaban.
“Al de Televisa, me dicen que lo golpearon, lo pisaron, lo patearon.”
José Abella enfatizó que los dos reporteros de El Buen Tono que estuvieron en el bar donde ocurrió el homicidio de los capos y del reportero de Televisa son Enrique Rivas y Guillermo Ramos; reconoció que no tenían nada que hacer ahí, “porque no estaban levantando ninguna nota”; incluso, “estaban tomando con el jefe de plaza de los zetas, por eso ya fueron cesados de El Buen Tono.”
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