Potrero Viejo de Amatlán, Veracruz.- Con un balazo en el cráneo fue hallado en medio de unos cañales y a orilla de su auto, un taxista que desde el pasado jueves 17 lo reportó su esposa como desaparecido. Hacía sitio en villa Gral. Miguel Alemán, mejor conocido como Potrero Nuevo. Aunque está abierta una carpeta de investigación, por ahora se desconoce el móvil del crimen.
Se trata de Pedro Peña Montenegro, de aproximadamente 50 años de edad, quien tenía su domicilio en la Avenida Ejército Nacional número 24 de la Colonia Hidalgo, de Potrero Nuevo, municipio de Atoyac, según asentó su esposa Martha Ortiz Ramírez, en la denuncia que presentó ante la Fiscalía de Atoyac.
El ruletero salió de su hogar el pasado jueves a las 6 de la mañana, en un auto Nissan, tipo Tsuru blanco con negro, modelo 2016, que apenas había comprado con su esposa.
A las 9:00 horas de ese mismo día regresó a desayunar y al mediodía, 13:00 horas, nuevamente pasó a su hogar a dejar las tortillas, según reveló Martha Ortiz. "Como a las 3 de la tarde le estuve marcando pero me mandaba a buzón; siempre dejaba de laborar a las 7 de la noche, pero ya no llegó".
En la Fiscalía de Atoyac se abrió la carpeta de investigación 24/2016 y se giraron los oficios de investigación a las diversas corporaciones policiacas para que realizaran su trabajo.
Fue a temprana hora de ayer cuando se notificó a la Policía Municipal de Amatlán que en Potrero Viejo, a la altura de la escuela "Héroes de la Independencia", en ese camino de terracería rumbo al río, estaba un auto Tsuru blanco abandonado y a pocos metros, entre los cañales estaba un hombre muerto.
De inmediato hubo movilización policiaca y al lugar llegaron elementos de la Policía Ministerial de Paso del Macho al mando del comandante Rodrigo Rodríguez Hernández, policías de Amatlán comandados por Manuel López Nava, estatales y efectivos ministeriales de Córdoba encabezados por el primer comandante José Won Reyes.
Más tarde arribó personal de la Fiscalía, con peritos y empleados de una empresa funeraria. Sobre el camino estaba el auto blanco y a unos metros, en un cañal, el inerte cuerpo del taxista Pedro Peña Montenegro. Presentaba un tiro en la cabeza.
Jefes policiacos presumen que el ruletero fue llevado hasta ese lugar en su mismo carro. Lo bajaron y ejecutaron. No tenía muestras de tortura, ni presentaba huellas de haber sido amarrado. Lo ultimaron a sangre fría.
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