El palacio municipal de Tamiahua, al norte de la entidad veracruzana, fue tomado e incendiado anoche y el alcalde, Martín Cristóbal, se encuentra retenido por un grupo de pobladores enardecidos debido al asesinato de un joven a manos de elementos de la policía municipal.
Por la mañana, los inconformes realizaron una marcha para exigir justicia y que el crimen no quede impune, sin embargo, los ánimos se tornaron violentos debido a que acusan que el presidente municipal permitió la huída del comandante de la policía municipal y de algunos de sus elementos, quienes aparentemente fueron los presuntos homicidas.
El lunes 8 de junio, elementos de la policía municipal llegaron a la casa de Rosalba Sosa. Los comentarios de los testigos aseguraron que de la vivienda sacaron violentamente a Jalid García Vidal, de 19 años de edad, a quien supuestamente le propinaron una golpiza.
Una semana después, Jalid García murió y quienes lo conocieron organizaron una protesta para exigir al alcalde la detención de los presuntos responsables de la golpiza, pero éstos ya habían escapado y los pobladores acusaron que fue el propio alcalde quien los ayudó a huir.
Luego de una manifestación para exigir públicamente que el munícipe respondiera por estas acusaciones, los pobladores decidieron tomar el Palacio Municipal y lo incendiaron.
Vía redes sociales, la esposa del alcalde lanzó una desesperada llamada de auxilio para las autoridades estatales y pidió la presencia del Ejército y la Marina, pues las agresiones se extendieron al domicilio particular del presidente municipal.
Tamiahua está sitiado. Ningún automóvil puede entrar o salir del pueblo. Debido a que hoy fue día de tianguis, varios comerciantes originarios de otras localidades no han podido salir de la cabecera municipal y las agresiones se han extendido hacia las oficinas del DIF municipal, que también fueron incendiadas.
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